domingo, 6 de mayo de 2012

Hacia Nietzsche, desde el rock

Me da un poco de rabia no poder determe en la gran influencia de ciertos autores que se estudian en el Bachillerato. El caso de Nietzsche es típico de esta circunstancia. Además, resulta que coincide con los últimos meses del curso, cuando ya no hay tiempo para nada y los estudiantes ya no están como para disfrutar del pensamiento con la presión de la Selectividad.

Si en la entrada anterior veíamos una influencia del autor en el cine reciente, esta entrada muestra algo parecido pero en la música (aunque quizás algo menos reciente).

La primera vez que leí algo original de Nietzsche fue en un disco de rock, cuando aún estudiaba mis últimos años de secundaria. Cada tema del disco venía acompañado de una cita literaria que había inspirado la letra de la canción. La de Nietzsche decía así:

It was Christianity which painted the devil on the worlds wall; it was Christianity which first brought sin into the world. Belief in the cure which it offered has now been shaken to its deepest roots; but belief in the sickness it taught and propagated continues to exist.



El disco era de la increíble banda Manic Street Preachers, Generation Terrorists (1992). El tema en cuestión era Crucifix Kiss, cuya letra me fascinaba igual que su música. Se trataba de una cruda crítica a la moral del cristianismo como una moral de sometimiento que, en el plano político y social, conducía a la aceptación mansa de la autoridad (claro que a Nietzsche ese plano no le interesaba gran cosa, pero ahora sigo creyendo que el sentido de la letra apunta en esa dirección). Aquí lo tenéis (podéis encontrar la letra en Internet).






 (...) Believe in tomorrow but not today
Give me all your possessions

Make poverty your perfect home
Allow your leaders to control you
Questions are now blasphemy

Aunque, precisamente ese tema no era mi favorito de ese inmenso disco. Mi favorito -entonces y ahora, y que también tiene connotaciones nietzscheanas- era Motorcycle Emptiness.




Espero que os guste.  Subid el volumen, que es rock.

lunes, 30 de abril de 2012

Recursos en Internet para Nietzsche

En esta entrada os propongo algunos enlaces para preparar el tema de Nietzsche. Los primeros son imprescindibles. El último es sobre la nietzscheana película de Lars Von Trier, Melancholia (2011). Vaya por delante el enorme agradecimiento a los profesores que han elaborado estos materiales.



En el excelente weblog Aula de Filosofía de Eugenio Sánchez Bravo, que aparece en nuestra lista de "enlaces interesantes", podéis encontrar un comentario detallado del texto de Nietzsche, "La 'razón' en la filosofía". Imprescindible para preparar el comentario de texto.

En este enlace de paco.PRoFeBLoG, encontraréis diversas entradas con enlaces a materiales útiles (presentaciones, apuntes).

Finalmente, merece la pena el comentario de Eugenio Sánchez Bravo sobre la película Melancholia. En los comentarios a esa entrada, encontraréis uno mío. No tiene desperdicio el vídeo sobre los primeros minutos de la película, con la música del Tristán e Isolda,  de Richard Wagner, tan admirado por nuestro autor. Así que, ya sabes, sube el volumen. Espero que os inspire tanto como a mí.


sábado, 31 de marzo de 2012

No escondas el problema, háblalo con tu hij@ antes de que sea tarde



Un simpático anuncio que simula una campaña gubernamental contra la droga. Viene de Philosophy News. Al parecer, la idea original viene de una campaña publicitaria real para promocionar los estudios de Arte; su anuncio es buenísimo.

viernes, 16 de marzo de 2012

Descartes y Borges

Aprovecho que en la entrada anterior hemos hablado sobre Borges para copiar aquí un poema de Borges que se llama Descartes. Debajo dejo algunas preguntas que pueden responder los alumnos de 2º de Bachillerato y un enlace a un mapa conceptual de la filosofía de Descartes que hay en el blog de Pilar.

Soy el único hombre en la tierra y acaso no hay tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron a Cartago.
He soñado a Virgilio.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea, el plano y el volumen.
He soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo en el alba.
He soñado el inconcebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elisabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñando a Descartes y a la fe de sus padres.

 Cuestiones:

1. ¿Cuántos temas de la filosofía cartesiana aparecen en el poema? ¿Puedes explicarlos y ordenarlos según la filosofía del autor?
2. ¿Cuál de los motivos de duda cartesiana aparece con mayor preeminencia en el  poema? ¿A qué tipo de conocimientos afecta este nivel de la duda?
3. ¿Hay algún/os verso/s en el/los que se hable de alguna certeza? Señálalo/s.

Enlace:

Esquema de la filosofía de R. Descartes.

Leer para vivir

[ACTUALIZACIÓN 20/03/2012: enlaces a los relatos de Borges].

Gracias a nuestra gran comentarista Lyolin, os propongo ver este precioso vídeo sobre el amor a los libros. Espero que os guste. En él aparecen los libros como si fueran grandes amigos, llenos de vida que vuela, y capaces de dar color a un triste mundo gris.



Supongo que hay algunas personas que tienen la suerte de vivir para leer. Otras personas, como ilustró Charles Dickens en David Copperfield, necesitan leer para vivir. En los primeros capítulos de David Copperfield, el protagonista aparece en una situación vital desesperada que solo encuentra a la lectura como único aliciente: huérfano de padre y maltratado por su padrastro en su propia casa, David descubre que en la biblioteca de su difunto padre podía encontrar la alegría y la compañía de amigos que su aciaga existencia no le proporcionaba.

Mi padre había dejado una colección de libros en una pequeña habitación de la planta de arriba a la que yo tenía acceso (...), y por la que nunca se preocupó nadie más en nuestra casa. De esa habitación salieron, gloriosa hueste, Roderick Random, Peregrino Pickle, Humphrey Clinker, Tom Jones, el vicario Wakefield, Don Quijote, Gil Blas y Robinson Crusoe para hacerme compañía. Mantuvieron viva mi imaginación y mi esperanza en algo más allá de aquel tiempo y lugar; ni ellos, ni Las mil y una noches, ni los cuentos de hadas podían hacerme ningún daño...
Leer para vivir es leer para ser feliz. Como dice otro gran lector (y escritor de muchos cuentos que se inspiran en la filosofía), Jorge Luis Borges: "leer a Stevenson es una de las formas de la felicidad". Borges imagina en uno de sus relatos La biblioteca de Babel, la biblioteca de todos los libros posibles, donde parece vivir el protagonista de la animación y que ha inspirado a importantes filósofos actuales como Daniel Dennett para extraer sagaces consecuencias filosóficas de la teoría de la evolución (en La peligrosa idea de Darwin). En otro de sus cuentos, Borges imagina El libro de arena, la posibilidad de un libro infinito: entre cada dos páginas de él hay un número infinito de páginas. La mayoría de sus cuentos y poemas tiene inspiración en sus lecturas, en su vida para leer y en su lectura para vivir. Borges tuvo la desgracia de quedarse ciego en los últimos años de su vida. No puedo imaginar lo desgraciado que pudo sentirse en el comienzo de su enfermedad, cuando empezó a ser consciente de que dejaría de ver (su ceguera era gradual). Aunque quizás era feliz porque conservó la compañía de los innumerables libros que había leído a lo largo de su vida (en alguna ocasión cuenta que no vivió su ceguera como algo especialmente trágico sino como "un lento atardecer de verano").



¡Anímate a escribir un comentario para recomendarnos algún libro importante para ti!

martes, 21 de febrero de 2012

El ciudadano como "enemigo"

Van cinco días de protestas estudiantiles contra los recortes en educación que se iniciaron en el IES Lluis Vives, de Valencia, y un balance de 43 personas detenidas por la policía (entre estudiantes, profesores y padres) junto con una desproporcionada y una violenta reacción policial ante el ejercicio de dicha protesta ciudadana contra el deterioro de la educación pública. En el día de hoy, la desproporción de la carga policial ha motivado la indignación de miles de personas en todo el país y la convocatoria de protestas en muchas ciudades siguiendo el hilo de la red social Twitter #PrimaveraValenciana.



Podemos hacernos una idea de la importancia democrática de la protesta por la reacción que tuvo el jefe de la policía al justificar la desmesura policial con la funesta referencia a los manifestantes como "el enemigo". En este enlace tenéis algunos vídeos más sobre los sucesos de estos días.

Está claro que las autoridades consideran como "ciudadano amigo" o "español de bien" (famosa expresión del gobierno del PP hace tres legislaturas) al ciudadano que no cuestiona, que es dócil y que "traga" cualquier recorte en sus derechos sin rechistar. El ciudadano "amigo", o "de bien", es aquel que no se preocupa más que de qué equipo ganará la liga y poco más. Parece que la política de recortes del estado de bienestar no se puede llevar a cabo tan fácilmente con "ciudadanos socráticos", ciudadanos que piensen y que estén dispuestos a luchar por que sus derechos no se vean pisoteados por las exigencias del mercado financiero.

Lo que pasa en Grecia es otro ejemplo de esta política contra la ciudadanía. No es extraño, pues, que una materia como Educación para la Ciudadanía sea tan objetable y tan detestada por aquellas personas que consideran a los ciudadanos como "enemigos". Seguro que se alegrarán cuando desaparezca del currículo. El sistema educativo será entonces un sistema de "Educación para la Economía (financiera y neoliberal, claro)" y formará sus ciudadanos en los valores de la competitividad, el consumo inconsciente y el individualismo despreocupado de lo social, de lo público y del deterioro de la naturaleza. Quizás ahora sea más necesaria que nunca una materia como Educación para la Ciudadanía.


martes, 14 de febrero de 2012

Amor y filosofía

En un día como hoy, podríamos preguntarnos si los filósofos se han dedicado alguna vez al tema del amor. Sería extraño que algo tan importante en la vida humana no tuviera un espacio propio en una materia como la que tratamos en este blog.

Lo cierto es que el amor ha sido uno de los temas que los filósofos han tratado desde los mismos inicios de la filosofía. Platón le dedica por lo menos dos diálogos importantes: el Fedro y el Simposio (o el Banquete). En la actualidad los filósofos se siguen haciendo preguntas sobre el amor: ¿qué es el amor? ¿una emoción? ¿un conjunto de emociones? ¿algo indefinible?. Como muestra, podéis echarle un vistazo a la bibliografía que aparece en la entrada de la SEP (en inglés, pero te haces una idea de lo actual que es el tema por las fechas de las referencias) acerca del amor.

La misma palabra "amor" aparece en el nombre de la filosofía. "Filosofía" significa "amor a la sabiduría". Así que, ¿qué esperabas? ¡Por supuesto que el amor es uno de los temas que trata la filosofía! Quizás exista algún parecido entre el "amor a la sabiduría" y el amor a las personas. El amante de la sabiduría vive en el riesgo de no poseerla nunca por entero, siempre hay algo más que descubrir, es un amor que se sabe inagotable. El amor entre las personas, el amor que respeta al ser amado y que no está basado en el puro egoísmo, también sabe que dicho ser es inagotable, porque es único e irrepetible, es una persona.

Ahora bien, el amor de la filosofía no es lo mismo que el amor erótico o que el amor romántico. Se parece más a lo que Aristóteles llamaba "philia" (la misma palabra que compone "philo-sophia"). La philia de Aristóteles es un tipo de amor que puede aplicarse a la persona amiga, a la familia o a personas afines. Encarna los valores de la lealtad y el aprecio por las personas, sin necesidad de que dicho aprecio implique una pasión o un deseo irrefrenable por ellas.

http://www.realmagick.com/platonic-love/


En contraste, el amor como eros, tal y como Platón explicó en sus diálogos, sí que implica dichas emociones de pasión y deseo (de ahí el adjetivo "erótico"). Curiosamente, para Platón, el eros era una fuerza que se conectaba directamente con la pasión por el conocimiento o la sabiduría, con la filosofía. El amor a los particulares, según Platón (cuyo desprecio por lo particular le lleva a postular su teorías de las ideas), es un tipo de ascenso especial al mundo de las ideas, ya que nos lleva directamente de las cosas particulares (las personas amadas) a la idea de Belleza, y de ésta al resto de las ideas cuyo conocimiento implica la auténtica sabiduría. Lo curioso está en que, según Platón, el ascenso que se realiza por el mundo de las ideas no se lleva a cabo nunca a través de los particulares, que pertenecen al mundo sensible, sino que, volviendo la espalda a la multiplicidad y mutabilidad de los objetos sensibles, el conocimiento asciende dialécticamente de unas ideas a otras (empezando por el conocimiento de las matemáticas y terminando con el ascenso a la Idea de Bien). (La atención a los seres del mundo sensible, más bien, no es más que un estorbo para el verdadero conocimiento, tal y como sostiene Platón en su famosa Alegoría de la Caverna de la República).

El caso del amor es un caso especial en este sentido. La belleza particular de un individuo nos recuerda a la verdadera Belleza intemporal, no mezclada con nada más, que existe en el mundo de las Ideas, de las Formas. De esta manera, si la belleza particular siempre apunta a algo fuera de ella misma (la idea de Belleza), entonces cualquier belleza particular puede ser intercambiable por cualquier otra, en cualquier otra persona, idea o cosa. Porque amar es amar a la idea de Belleza, no a un individuo particular. El amor a los individuos es relativo a su participación de la Forma platónica de belleza y no a la atención a sus características únicas e irrepetibles. No amamos a la persona particular sino a su participación de la Belleza, a lo que dicha persona refleja de la Idea universal de Belleza.

Esta característica de universalidad (y de posibilidad de sustitución, de reemplazo, sin pérdida de lo que es importante en el amor) diferencia el concepto platónico del amor con la idea Aristotélica de la atención a lo particular e irrepetible (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). La persona amada es un ser único e irrepetible que no puede ser reemplazado sin más. Perder a una persona amada se vive como una pérdida irrecuperable, irremplazable. Cuando otra persona (un amor, una amistad) llega a nuestra vida, no suplanta a las otras personas amadas si más, sino que son seres que, a su vez, son únicos e irrepetibles. Seres que, por lo tanto, no podemos intercambiar sin perder algo importante.

Martha C. Nussbaum, en su obra El conocimiento del amor, expone un punto de vista complejo en el que intenta mantener una tensión entre los puntos de vista de los dos autores griegos. El amor es algo que implica el valor de lo único y de lo irrepetible (Aristóteles) que encarna cada persona y, en especial, la relación con la persona amada. Pero también implica valores universales (Platón) que sólo surgen del contacto con el ser amado. Dicho ser ejemplifica ciertas características de por sí valiosas y nosotros nos identificamos con ellas a través de la persona amada (la bondad, el coraje, la ternura, etc.). Elegir entre dos posibles amores, nos dice la autora, es como elegir entre dos formas de vida. Nuestra identificación con dicha persona nos hace cambiar en lo más profundo de nuestras vidas. La decisión es arriesgada porque en dicha decisión nos va el ser la persona que seremos.

Así, ¿cómo eres en el amor? ¿Te quedas con Platón o con Aristóteles? Y, por cierto, ¿te has dado cuenta de que eres una persona única, irrepetible e inagotable? ¿Te has dado cuenta de que los demás también lo son? ¿Te has dado cuenta de si alguien no se ha dado cuenta de que lo eres?

REFLEXIONA.

1) La foto de arriba y el texto que la acompaña, ¿corresponde a una visión del amor platónica o aristotélica?

2) ¿Qué quiere decir la frase tan común: "tener un amor platónico"? ¿Está bien empleado el adjetivo "platónico" en dicha frase?

martes, 1 de noviembre de 2011

La justicia en el alma y en el Estado

En una entrada anterior, vimos cómo Platón establecía mediante un argumento la división del alma en tres partes: racional, irascible y concupiscible. La relación adecuada entre cada una de estas partes es lo que Platón usará para definir la justicia como una virtud del alma individual. El individuo será justo cuando las tres partes del alma ejerzan la función que les corresponde por naturaleza. Por naturaleza, al alma racional le corresponde el conociemiento auténtico y el control de los impulsos, el gobierno del alma en su totalidad. Al alma irascible le corresponde estar al servicio de la razón, ser gobernada.  Mientras que al alma concupiscible le corresponde no sublevarse y someterse a los dictados de la razón. El correcto funcionamiento de cada parte del alma se identifica con tres tipos de virtud. El alma racional se corresponde con la sabiduría y la prudencia. El alma irascible que decide los conflictos a favor de la razón tiene la virtud de la fortaleza o valentía. Por último, el alma apetitiva, cuando se encuentra bajo el dominio de la razón, posse la virtud de la templanza o moderación. La coincidencia de esas tres virtudes en el alma individual produce la virtud de la justicia. La injusticia se produce, por tanto, cuando la parte apetitiva intenta o consigue usurpar el gobierno del alma.
Imagen de: http://filosofiapauflorida.blogspot.com/2009/11/el-tema-de-la-justicia-ha-sido-muy.html

En su filosofía política, objetivo último de toda la filosofía platónica, el ateniense establece una correlación estructural entre el alma individual y el Estado. El Estado está compuesto de individuos. Las características fundamentales del Estado y su forma de gobierno serán las características que predominen entre sus individuos. El individuo se encuentra integrado en la polis como algo propio a su naturaleza. Así, ni el individuo es algo externo al Estado, ni el Estado es algo externo al individuo. El carácter y la naturaleza de los individuos determinará las características del Estado (si es violento, parcífico, amante del conocimiento, etc). En los libros VIII y IX, Platón estudia la correlación entre los caractéres predominantes en la polis y los distintos regímenes políticos (timocracia, oligarquía, democracia, tiranía) que representan, por grados, un alejamiento cada vez mayor de la politeia ideal.

¿En qué consiste esta ciudad/constitución ideal? Platón considera que se trata de una polis en la que reina la justicia. La justicia en el Estado, como en el alma, se dará cuando las diferentes partes del Estado realicen de manera adecuada la función que le es propia por naturaleza. Así, es necesario establecer cuáles son las distintas partes del Estado y cuál es la función propia de cada una de ellas.

Platón propone que los individuos de la sociedad pueden ser clasificados de acuerdo a su naturaleza, que es inmutable y congénita (Libro III, 425a-c). Esta clasificación se corresponde con la parte del alma que domina en el individuo. Cada individuo posee las tres partes del alma pero en cada uno predomina una u otra, definiendo así su naturaleza, su carácter y la posición social que debería corresponderle en el Estado ideal. (La educación de los individuos en el Estado ideal, desde el planteamiento elitista platónico, no tendrá por objetivo la igualdad sino el desarrollo máximo de sus capacidades naturales). Así, Platón propone tres clases sociales:
  • los productores,  proclives a dejarse dominar por los instintos, por naturaleza (predomina en ellos la parte apetitiva del alma) y cuya función propia en el Estado es la de cubrir las necesidades primarias de toda la sociedad (la actividad económica);
  • los guardianes, en cuya alma predomina la parte irascible y cuya función propia es la defensa del Estado y el mantenimiento del orden en él;
  • los gobernantes, en cuya alma predomina la parte racional y cuya función es el gobierno y el establecimiento de la justicia en el Estado.
Imagen de: pinchar en la imagen para original


La justicia se dará, pues, cuando cada clase social cumpla su función propia de manera exclusiva, cuando los productores y los guardianes se mantengan en su función y no intenten usurpar el gobierno del Estado, y cuando los que gobiernan sean aquellos individuos que por naturaleza han alcanzado la sabiduría después de un proceso educativo que ha ayudado a desarrollar dicha naturaleza. La justicia es, pues, que cada cual haga lo suyo.

Lejos de lo que afirmaban los sofistas (la justicia es sólo una palabra convencional que designa lo que le conviene a cada uno según sea su naturaleza fuerte o débil), lejos de concebir la naturaleza humana como pura irracionalidad, ansia de poder y de dominio por parte del fuerte (y de protección por parte del débil), Platón defiende que la racionalidad está instalada en la propia naturaleza del ser humano y de la sociedad y que, por tanto, la justicia, la racionalidad y el conocimiento son alcanzables si permitimos que nuestra naturaleza racional gobierne tanto el alma como la sociedad.

(En las dos últimas entradas sobre la antropología y la política en Platón me he basado en mis notas sobre la excelente obra del profesor Tomás Calvo Martínez, De los sofistas a Platón: política y pensamiento, uno de los mayores especialistas, contemporáneo, en filosofía antigua. Esta obra, desgraciadamente, ya no se edita, pero aún puede encontrarse en algunas bibliotecas, como en la de nuestro centro. Aprovechadla.)


viernes, 28 de octubre de 2011

Recursos en Internet para Platón


A continuación os presento una serie de enlaces útiles para preparar el tema de Platón.

[¡¡ATENCIÓN!! Recursos actualizados: 2/11/11]

En @puntes de filosofía, del profesor José Vidal González Barredo, se puede encontrar un dossier que es útil para preparar las distintas facetas del pensamiento de Platón y que es útil para aclarar algunas dudas que vayan surgiendo durante el estudio.

En Anantes.net, del profesor Ismael Rojas Pozo, debéis aprovechar los consejos prácticos que se ofrecen para realizar las pruebas de la PAU. Muy útiles desde el punto de vista de la estrategia para los exámenes. Se puede descargar a tu ordenador y tenerlo a mano durante todo el curso.

En paco.PRoFeBLoG, también tenéis  una chuleta metodológica sobre cómo afrontar los comentarios de texto; también, una recopilación de exámenes de la PAU en los que alguno de los textos propuestos ha sido de Platón.

Imagen de: http://homepage.mac.com/eeskenazi/platon3.htm


A partir del blog El Búho Inocente, se accede a muchos recursos útiles sobre el autor ateniense. No dejéis de visitarlo.

En la web elprofedeetica.es, podéis encontrar presentaciones sobre el Símil de la Línea, apuntes y un comentario sobre el Mito de la Caverna. Para acceder a este último recurso, hay que hacer click sobre la pastilla roja que hay en las gafas al final de la página, a lo Matrix.

En filosofia24horas, tenéis una presentación que sirve de repaso del tema de Platón.

En este blog sobre la filosofía en Segundo de Bachillerato, se encuentra un útil resumen, muy sencillo de las temáticas principales de la filosofía de Platón.

En Filosofies, se encuentran vídeos, mapas conceptuales (que NO recomiendo) y algunos exámenes resueltos (que no me ha dado tiempo de revisar, pero que podrían ser útiles).

Finalmente, en la Wiki del profesor Rafael Robles, se puede encontrar una gran recopilación de recursos sobre el tema: presentaciones, imágenes, desarrollos, mapas conceptuales, enlaces, etc.

Espero que os sirva de ayuda esta recopilación de recursos.

Gracias a los autores de estos materiales.

El dualismo antropológico de Platón y las tres partes del alma

La base de la concepción platónica del ser humano es su dualismo alma-cuerpo. En el Fedón (66c), un diálogo anterior a la República, Platón concibe al ser humano como un ser racional gracias a su alma. El alma es inmortal porque se trata de una realidad simple, que como el Ser de Parménides, no puede ser destruida (en el sentido de que no puede descomponerse en elementos más simples, al contrario que el cuerpo).

Imagen de Wikipedia
Sin embargo, en la República (y en el mito del carro alado que aparece en el Fedro), Platón sostiene que el alma tiene tres partes: racional, irascible y apetitiva. ¿Cómo es que Platón parece estar contradiciéndose a sí mismo, defendiendo que el alma es una entidad simple y que tiene tres partes? ¿Qué necesidad tiene de establecer la distinción entre tres partes en el alma?

El dualismo alma-cuerpo que aparece en el Fedón representa la herencia socrática del intelectualismo moral: la conducta buena solo puede proceder de la sabiduría, y esta del control racional de las pasiones e impulsos que tienen su origen en el cuerpo (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). También, la noción de un alma inmortal hace referencia a la religión pitagórica y al ideal de purificación que dicha doctrina recomendaba.

En dicha obra, Platón identifica el alma con la capacidad racional, en ella reside la virtud (no en la posición social o en la excelencia natural, como era habitual considerar a la aristocracia de la época arcaica), que queda interiorizada en el individuo desde la mencionada influencia de su maestro Sócrates. Al alma le corresponde el control de los apetitos que proceden del cuerpo.

En las obras posteriores, especialmente en la República, no parece adecuado atribuir al cuerpo los deseos, los instintos y las pasiones, ya que no se trata de movimientos corporales sino de fenómenos psíquicos que nos mueven a actuar de determinada manera. Estos elementos se trasladan por lo tanto a una parte del alma, la apetitiva o concupiscible. A partir de ahí, se hace necesario explicar qué relación guarda esta parte del alma con su naturaleza fundamentalmente racional. Platón se basa en el siguiente argumento.

1) El conflicto moral es un fenómeno que se da en el alma humana y es necesario reconocer su existencia y explicarlo.

Un conflicto moral se da en el alma humana cuando se ve impelida o influida por dos fuerzas contrapuestas: lo que dicta nuestra razón y lo que dictan nuestros impulsos o nuestros apetitos. Cuando lo racional es que estudie esta tarde filosofía para preparar el examen de la semana que viene pero, en el mismo momento, siento la atracción de pasar la tarde saliendo con mis amigos o jugando al parchís, me encuentro en una situación de conflicto moral. Mi decisión se ve obstaculizada por verme influido por dos fuerzas opuestas e incompatibles: una racional y otra irracional.

En sus obras anteriores a la República, Platón atribuye la fuerza de los impulsos y los apetitos al cuerpo, pero en esta obra no parece correcta o adecuada dicha atribución, ya que dichos impulsos y apetitos son fenómenos psicológicos y no movimientos corporales. Así que es el alma la que se ve directamente influida por dichos apetitos, aunque su influencia sea debida a que el alma se encuentra encarcelada en un cuerpo material.



2) La aceptación del Principio de No-Contradicción (PNC), de Parménides.

Platón sigue a Parménides en su estricta lógica, aplicando el PNC: aceptar que una misma cosa tiene una característica y su opuesto, a la vez, supone una contradicción que va en contra de todo lo concebible. En el caso del conflicto moral, nos encontramos precisamente en esa tesitura, ya que el alma está siendo, a la vez, racional e irracional. Esto es completamente inaceptable.



3) Luego: el alma ha de tener distintas partes.

Para cumplir con las premisas anteriores, es necesario concluir que no puede ser la misma cosa la que quiere estudiar y la que no quiere estudiar, la que es racional e irracional, a la vez. Es necesario, pues, concluir que alma tiene al menos dos partes distintas. Así, se distingue la parte apetitiva del alma como aquella en la que se produce la influencia de lo corporal, la influencia de la materia en el alma, en la forma de apetitos, instintos, impulsos, deseos, etc. La otra parte del alma, la parte racional, es la que se encarga de dominar a los institntos y los impulsos, la que permite el conocimento universal y la conducta buena (de acuerdo con el intelectualismo moral de Sócrates).

A estas dos partes del alma, Platón añade una tercera: el ánimo, la parte irascible. Este tercer elemento tiene que ver con la decisión y coraje. Cuando la razón y el apetito entran en conflicto, hay una fuerza interior que decide el conflicto a favor de la razón y que causa la ira cuando la razón cede en favor de los apetitos. Así, son tres las partes del alma: razón, ánimo y apetito, de acuerdo con la doctrina de la República.

Merece la pena señalar que el conflicto moral solo puede darse en el alma cuando está retenida en su cárcel corporal material,  pero no cuando se libera del cuerpo. Cuando el alma se encuentra en su estado "natural" (la unión con el cuerpo sería un estado temporal y antinatural) el alma retiene su naturaleza simple, no se verá tentada por lo irracional a hacer lo incorrecto, sino que al estar en contacto con las ideas su naturaleza racional captará el Bien directamente, sin ser obstaculizada ni contaminada por lo material. Por lo tanto, Platón salva la contradicción arriba mencionada y, de paso, da una explicación coherente al fenómeno psicológico del conflicto moral.

En el Fedro también aparece esta división tripartita del alma, a través del mito que compara el alma con un carro alado compuesto por el auriga (la razón) y dos caballos, uno blanco (ánimo) y uno negro e indócil (apetitos).

Reconocer estas tres partes del alma permite a Platón establecer un paralelismo perfecto entre ésta y el Estado. Este paralelismo le permite sostener que la justicia es la misma tanto en el individuo como en el Estado. La diferencia es meramente de escala: la justicia vista en letras grandes se da en el Estado, en letras pequeñas se da en el alma. Pronto explicaremos este paralelismo.