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Lejos de sentirse amenazados al recibir una mirada directa, los antropoides sienten curiosidad por el hecho de ser el foco de atención y devuelven la mirada. Esta capacidad no se encuentra ya en monos no antropoides, sino que se sienten amenazados cuando reciben miradas directas y persistentes.
Este fenómeno --que parece a simple vista todo un hallazgo científico del siglo XX-- aparece en la literatura de Ruyard Kipling. En uno de los episodios más dramáticos y hermosos de The Jungle Book (1894), Mowgli se encuentra triste como nunca se había sentido en su vida ya que ha descubierto que la manada de lobos a la que pertenece le quiere muerto ("Nací en la jungla. He obedecido la Ley de la Jungla y no hay lobo de entre nosotros de cuyas patas no haya yo quitado una espina. ¡Por supuesto que son mis hermanos!"). Huye adentrándose en la selva al encuentro de su amiga Bagheera, la pantera. Bagheera se esfuerza por explicar a Mowgli su naturaleza peculiar, distinta de la del Pueblo de la Selva (Jungle People), su manada de lobos: él es humano y por eso sus hermanos lo echarán de la manada.
Bagheera le muestra cómo ni él mismo, que ha sido una pantera cautiva casi toda su vida entre humanos, es capaz de sostener la mirada a Mowgli:
"But why—but why should any wish to kill me?" said Mowgli.[...] Los otros te odian porque sus ojos no pueden encontrarse con los tuyos; porque tú eres sabio -- porque has quitado las espinas de sus pies -- porque tú eres un hombre [...].
"Look at me," said Bagheera. And Mowgli looked at him steadily between the eyes. The big panther turned his head away in half a minute.
"That is why," he said, shifting his paw on the leaves. "Not even I can look thee between the eyes, and I was born among men, and I love thee, Little Brother. The others they hate thee because their eyes cannot meet thine; because thou art wise; because thou hast pulled out thorns from their feet—because thou art a man."
"I did not know these things," said Mowgli sullenly, and he frowned under his heavy black eyebrows."
La explicación deja a Mowgli tan triste y desamparado como antes. Incapaz todavía de comprender por qué él no puede pertenecer a la Gente de la Jungla.
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La pizarra en su crónica 25 describe cómo un alumno mira desafiante al profesor que está haciendo un curso de yoga avanzado. Delimita su terreno e invita al profesor a aguantar la mirada. Al final, las enseñanzas budistas de poco le sirven al docente, ya que tiene que invitar al retador a que deje el aula. La genética aún pervive en nuestro ADN. Un saludo solidario.
ResponderEliminarSí, ya lo he leído. ;) Pobre pizarra, las cosas que tiene que presenciar. Aquí el enlace http://sietesoles.uni.me/cronica-25/
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